Sunday, August 22, 2010

HUMANISMO SECULAR

Este escrito con las observaciones de Barreras Enrich ciertamente nos clarifica que es el Humanismo Secular, su valor esta en su carácter de inclusion y por ello mismo lo publico, aun asi solo publico lo relevante.

Sylvia
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domingo 18 de julio de 2010
Humanismo secular
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Humanismo secular
Observaciones de Ariel R. Barreras Enrich a este resumen:

”El humanismo secular (o también llamado en algunos países humanismo laico) es un sistema que ha sido usado en los últimos treinta años para describir la realidad humana que consta de una ética propia junto con la interpretación racional de los fenómenos naturales.” Es un planteamiento discriminatorio y estrecho, que empieza por el nombre, que descarta en forma implícita el humanismo en una persona religiosa. Si en sentido inverso, alguien proclama el humanismo religioso, también discriminaría a los ateos y no creyentes. En ambos casos será imposible crear una moral realmente humana con esos prejuicios de base. El humanismo no puede ejercerse con apellidos.

Por principio, como demostramos en el libro “Humanismo: política del presente, ética del futuro”, disponible en este Blog: www.humanismoyetica.blogspot.com , toda ética explica y trata de organizar las relaciones sociales, reflejándolas en un sistema jerarquizado de categorías; las categorías interpersonales no pueden regir a los principios y éstos están condicionados por las fuentes y el método ético que jerarquiza ese conjunto. Como no es lo que habitualmente se ha hecho, las teorías éticas que se han construido van lastradas por la subjetividad de su método y al final se llegó el relativismo desvergonzado con la frase: “cada cual tiene su verdad”. Todo ello es referente para la explicación del segundo párrafo que cito a continuación: “Basado en determinadas corrientes filosóficas y en el método científico, descarta las explicaciones sobrenaturales sobre el origen del universo y de la humanidad. La cosmovisión moderna del humanismo secular pretende la aplicación de la ciencia y la tecnología para la mejora de la condición humana.” Hace una referencia innecesaria al “origen del universo y de la humanidad”, dado que son temas pertenecientes al campo de la cosmología filosófica, también sale de ruta su vago objetivo “de la ciencia y la tecnología para mejora de la condición humana”, que cae por un lado en el campo de la organización político económica que las empresas y compañías administran según sus fines institucionales y por otro se disuelve en la indefinición de lo que es “la condición humana” que se mejoraría. En todo caso el humanismo deberá evaluar las CONSECUENCIAS para la humanidad en su conjunto, de las aplicaciones científicas y tecnológicas y sus políticas acompañantes. Con palabras abstractas no se hace una ética, porque la vida humana no es la abstracción conceptual de una palabra, sino el conjunto de los habitantes del planeta.

En el acápite “ El humanismo secular y la religión” se afirma”…y aunque el humanista esperaría y trabaja por un mundo sin elementos místicos de cualquier tipo,” ello es un enfoque sectario contrario a la esencia del humanismo, pues humanos son tanto los creyentes y los no creyentes como los ateos. El objetivo humanista es lograr el respeto a principios que atañen a todos y a partir de ahí hay que trabajar por la confraternidad universal. La tarea de disminuir o incrementar la religiosidad en la sociedad ha sido propósito de las organizaciones de cada lugar y momento, el humanista no puede evitar esa realidad; pero su objetivo no es ése, el suyo es que las instituciones respeten los principios aludidos.

En el acápite “Perfil del humanista secular” se indica que “el humanismo secular es considerado por algunos como una continuación del ateísmo”. La aseveración de esos “algunos” es deficiente desde el punto de filosófico, porque el ateísmo es una actitud cosmológica que no tiene pretensiones éticas ni morales en su origen, sino gnoseológicas. Ha sido implicado en asuntos religiosos por reacciones políticas y sociológicas durante períodos históricos por intereses y privilegios de clases que se creyeron afectadas. De igual manera, si los humanistas seculares se dedican al problema cosmológico del creacionismo, al instante dejan de representar un enfoque ético. Por todo lo anterior el humanismo no puede ser ateísta ni deísta, aunque personalmente sus seguidores se adscriban a una u otra tendencia. Todo esto, al margen de que por lo publicado, sus planteamientos no parecen cumplir los requisitos para estructurar una teoría ética válida (ver el libro mencionado)

Por último, los nueve puntos que se mencionan como la base del humanismo secular son simples objetivos. En una ética hay que exponer una estructura donde se identifiquen claramente: Su fuente, sus bases, sus principios, generales, sus categorías generales, su método (que permite la jerarquización categorial y la validación de la teoría, etc), los principios particulares, las categorías interpersonales y sus objetivos. Sin esa estructura no existe una ética real, sino un listado de propósitos. Todas estas expresiones aparecen cuando al vacío económico que dejó el neoliberalismo no pudo ser justificado por sus teóricos, entonces se hizo consciente que también sus ideólogos tenían un vacío ideológico que tratan de llenar con especulaciones eclécticas de cualquier tipo. Ahí tenemos la macrobiótica, el transhumanismo, el posthumanismo, este humanismo secular y otros, todos tratando de justificarse con el humanismo tradicionalmente mencionado en las Historias burguesas de la Filosofía, el que a su vez tampoco fue estructurado racionalmente.

El humanismo secular (o también llamado en algunos países humanismo laico) es un sistema que ha sido usado en los últimos treinta años para describir la realidad humana que consta de una ética propia junto con la interpretación racional de los fenómenos naturales.
Basado en determinadas corrientes filosóficas y en el método científico, descarta las explicaciones sobrenaturales sobre el origen del universo y de la humanidad. La cosmovisión moderna del humanismo secular pretende la aplicación de la ciencia y la tecnología para la mejora de la condición humana.

Fundamentos y origen

El humanismo secular como sistema filosófico organizado es relativamente nuevo, mas sus fundamentos pueden ser encontrados en las ideas de los filósofos griegos clásicos como los estoicos y los epicúreos, en el confucionismo chino y en el movimiento chárvaka de la India clásica. Estas posiciones filosóficas buscaban las soluciones de los problemas humanos en los seres humanos en lugar de en los dioses.
Estas ideas fueron censuradas por el cristianismo durante la Edad Media y reaparecieron en la época del Renacimiento (siglos del XIV al XVII). Durante la Ilustración del siglo XVIII, con el desarrollo de la ciencia, los filósofos comenzaron a criticar la autoridad de las religiones y a engranar lo que hoy se conoce con el nombre de "librepensamiento". Voltaire, Diderot y David Hume, entre muchos otros, son representantes de esta corriente.

En el siglo XIX los aportes de intelectuales como Mark Twain, Robert G. Ingersoll y Friedrich Nietzsche, entre otros, contribuyeron a fortalecer la idea de crear un sistema de creencias éticas y morales ajenas a la metafísica. El siglo XX vio fortalecida esa tendencia y para 1933 se redactó el primer Manifiesto humanista, avalado por 34 humanistas estadounidenses (entre ellos, el filósofo John Dewey), que reflexionaba sobre los retos de aquella época, recomendando, en primer lugar, una forma de humanismo religioso no teísta como alternativa a las religiones de la época, y, en segundo lugar, una planificación nacional de índole económica y social.

El Manifiesto humanista II

Fue publicado en 1973 para afrontar las cuestiones que habían emergido en la escena mundial desde entonces: el auge del fascismo y su derrota en la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento de la influencia y poder del marxismo-leninismo y del maoísmo, la Guerra Fría, la recuperación económica posbélica de Europa y América, la descolonización de amplias áreas del mundo, la creación de las Naciones Unidas, la revolución sexual, el desarrollo de los movimientos de mujeres, la demanda de las minorías de la igualdad de derechos, y la emergencia del poder estudiantil en los campus. Fue suscrito por muchos líderes del pensamiento y de la acción a lo largo y ancho del mundo: Andrei Sakharov (notorio disidente soviético), Julian Huxley (primer Presidente de la Unesco), Sidney Hook, Betty Friedan, Gunnar Myrdal, Jacques Monod, Francis Crick, Margaret Knigth, James Farmer, Allan Guttmacher, Paul Kurtz, Ritchie Calder y Philip Randolph, entre otros.

La Declaración del humanismo secular fue publicada en 1980 porque el humanismo y, en particular, el Manifiesto humanista II, había sido sometido a duros ataques por parte de los fundamentalismos religiosos y de las fuerzas políticas del ala derecha en Estados Unidos. Muchas de esas críticas sostenían que el humanismo secular era una religión. En consecuencia, la enseñanza del humanismo secular en las escuelas, argüían, *violaba el principio de separación entre Iglesia y Estado y establecía una nueva religión*

La declaración respondía que el humanismo secular expresaba un conjunto de valores morales y un punto de vista filosófico y científico no teísta que no podían hacerse equivalentes con la fe religiosa. La enseñanza del punto de vista del humanismo secular en modo alguno violaba el principio de separación. Al contrario, defendía la idea democrática de que el Estado secular debería ser neutral, sin ponerse ni a favor ni en contra de la religión.

En 1988, la Academia Internacional de Humanismo ofreció todavía un cuarto documento, una Declaración de Interdependencia, haciendo un llamamiento a favor de una nueva ética global y de la construcción de una comunidad mundial, que era cada vez más necesaria a la vista de las nuevas instituciones globales que se estaban desarrollando con rapidez.
Esa misma institución publicó el Manifiesto humanista 2000, el más reciente documento al respecto y que hace un llamado a renovar el pensamiento de la humanidad de cara a enfrentar los retos y problemas del nuevo siglo.

Principios básicos del humanismo secular

El principio fundamental del humanismo secular es una actitud crítica y escéptica ante los dogmas de cualquier tipo, llámese religiosos, políticos o sociales, a los cuales somete a un análisis racional para ser aceptados o rechazados. El humanista secular rechaza aprobar una creencia o tesis por "fe" o por autoridad y en su lugar apela al método científico, la razón crítica, la discusión democrática y la evidencia factual.
Los humanistas seculares afirman que los problemas humanos deben ser solucionados por los humanos y que es deber individual y colectivo la búsqueda de la mayor comodidad, satisfacción y desarrollo pleno de la especie.

La construcción de un sistema ético ajeno a los tintes místicos y religiosos es otro objetivo del humanismo secular, el mismo se logra gracias a la discusión racional y la experiencia, juzgándolo por su capacidad de mejorar el bienestar humano y la responsabilidad individual.

El humanismo secular y la religión

La postura del movimiento es pro razón, pero la tolerancia es vital en su visión de vida y aunque el humanista esperaría y trabaja por un mundo sin elementos místicos de cualquier tipo, defiende el derecho de las personas a creer en lo que deseen siempre que eso no perjudique a terceros. La separación Iglesia-Estado y una legislación laica son fundamentales.

Los humanistas seculares siguen una perspectiva o filosofía llamada Naturalismo, en la cual las leyes físicas del universo no están subordinadas a entidades inmateriales o sobrenaturales como demonios, dioses u otros seres "sobrenaturales" fuera del dominio del universo natural. Los eventos sobrenaturales como los milagros y los fenómenos psíquicos, como la percepción extrasensorial, la telekinesia, etc., no son descartados automáticamente, mas son vistos con un alto grado de escepticismo. Los humanistas dicen que quienes hacen afirmaciones extraordinarias deben mostrar evidencias extraordinarias.

Ética humanista

Como se cita al principio, sus bases éticas son enteramente humanas y resultado del análisis racional, no como una revelación de carácter divino que es inaceptable desde su perspectiva ante la
variedad de dogmas que se contradicen y se proclaman simultáneamente como verdaderos.

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