Thursday, November 29, 2012

Ni Putes Ni Soumises

Foto:tomada de Estudios de Genero en America Latina
Noter : Ni Putes ni Soumises

Le mouvement NI PUTES NI SOUMISES s’insurge contre la déclaration de Carla Bruni dans le magazine Vogue ce 27 novembre.
A peine 2 jours après la journée internationale de lutte contre les violences faites aux femmes, nous lisons dans Vogue, les propos de l’ex Première Dame de France :
« Dans ma générat
ion, on n’a pas besoin d’être féministe. Il y a des pionnières qui ont ouvert la brèche. Je ne suis pas du tout militante féministe. En revanche, je suis bourgeoise. J’aime la vie de famille, j’aime faire tous les jours la même chose. J’aime maintenant avoir un mari. Je suis une vraie bourge ! »
Rien de tel pour mettre le cerveau d’une Ni Putes Ni Soumise en ébullition.
Mme Carla Bruni- Sarkozy sachez que la violence subie par les femmes s’immisce dans tous les appartements, maisons ou villas.
Sachez que toutes les femmes n’ont pas votre problème d’avoir à choisir entre un sac Louis Vuitton ou une robe Channel.
Pensez-vous sérieusement que seules les femmes dans des situations précaires sont concernées ?
Comme nous l’avons dit à maintes reprises, la violence n’a pas de couleur de peau, de classe sociale ou de religion. Et la bourgeoisie ne s’oppose pas au féminisme.
Certes, les générations précédentes ont permis de véritables avancées en matière de Droits des Femmes : droit de vote, accès légal à l’IVG… Mais peut-on s’en contenter ?
Sachez que dans ma France à moi :
Les inégalités salariales entre hommes et femmes perdurent, les femmes sont moins bien payées que les hommes et subissent plus souvent le temps partiel. Elles accomplissent beaucoup plus le travail domestique. Elles sont davantage au chômage, touchent beaucoup moins que leur mari à poste égal et n’atteignent que très peu les hautes sphères politiques ou professionnels.
Le sexisme est vécu au quotidien, et les violences physiques ou morales sont innombrables.
Rappelons qu’une femme sur dix a subi ou subira un viol dans sa vie, c'est-à-dire une femme victime de viol toutes les 8 min ; qu’une femme meurt tous les deux jours et demi sous les coups de son conjoint…
Dans ma France à moi, les Ni putes Ni Soumises combattent ces inégalités et ces violences et n’auront de cesse de les dénoncer. Et si vous voulez voir cette France qui se nomme réalité.
Je n’ai qu’une phrase à vous dire :

Devenez NI Putes Ni Soumises


Monday, November 26, 2012

Say NO- UNiTE Team, UN Women

foto:Street Art Utopia

Say NO – UNiTE Team, UN Women

Seven in ten – that’s how many women and girls experience violence in their lifetime. It’s possible to end this pandemic, if we act now.

On the occasion of the International Day to End Violence against Women, Say NO – UNiTE launches a new global call for action – COMMIT to End Violence against Women.

We are asking governments everywhere to make concrete national commitments – from implementing laws and national action plans, rolling out education programmes, improving services and launching awareness campaigns – there are many measures that governments can take to make a difference in the lives of women and girls in every country. Will your government COMMIT? Find out at http://saynotoviolence.org/commit.

What can you do to mark the International Day to End Violence against Women?

•    Wear Orange and speak out to end violence against women and girls on 25 November
•    Organize an event to raise awareness during the 16 Days of Activism and post on www.saynotoviolence.org
•    Tweet to make your government COMMIT.
•    What will you COMMIT to do to end violence against women and girls in your country? Share your commitment on Facebook

COMMIT. Take action. End violence against women and girls.

Say NO – UNiTE Team, UN Women

Di NO a la violencia

Mensaje de: Michelle Bachelet
Día internacional para la erradicación de la violencia contra las mujeres.

A menudo me preguntan si es posible poner fin a la violencia contra las mujeres dada la predominancia y persistencia de estos delitos. Mi respuesta es que sí. Es posible, pero solamente podemos lograrlo juntos. Todos somos responsables y ha llegado el momento de que se cumplan las promesas hechas a las mujeres.

Hoy, en el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres, llamo a todos los líderes del mundo a que asuman la responsabilidad de eliminar la violencia contra mujeres y niñas. Hemos invitado a cada uno de los Presidentes y Presidentas a unirse a nuestra iniciativa mundial que va a ayudar a mostrar los compromisos nacionales asumidos en materia de erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas.

El año pasado ONU Mujeres presentó una agenda que proponía 16 pasos para enfrentar la violencia y trabajar en la prevención. Este año esperamos que en muchas comunidades, en muchos países, las personas puedan ver nuevos compromisos de sus autoridades nacionales y locales, para erradicar la violencia. 

Hemos conseguido un enorme avance: Juntos hemos logrado romper el silencio. Actualmente, al menos 125 países han legislado contra la violencia doméstica Contamos con un acuerdo internacional que es la Plataforma de Acción de Beijing que nos permite avanzar como comunidad internacional hacia un destino común. Ya tenemos 187 países que han ratificado la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

Como nunca antes, contamos con el conocimiento sobre las causas que generan la violencia y cada vez más mujeres, hombres y jóvenes continúan movilizándose contra la violencia. Hoy son muchas las organizaciones que trabajan incansablemente para ayudar a las víctimas de violencia y a sus hijos y en muchos países los encargados de formular políticas han adoptado acciones decisivas. Pero sabemos que esto no es suficiente.

Aún debemos esforzarnos más para proteger a las mujeres y evitar que esta violación a los derechos humanos continúe. Los gobiernos y líderes deben dar el ejemplo. Este es el momento para que los gobiernos conviertan las promesas internacionales en medidas concretas a nivel nacional.

Esperamos ver leyes nuevas y mejoradas y planes de acción nacional que incluyan centros de acogida, servicios de atención telefónica, asistencia médica y jurídica gratuita para las mujeres víctimas de violencia y sus hijos.

Necesitamos programas educativos que enseñen sobre derechos humanos, igualdad y respeto mutuo, que sirvan de inspiración a los jóvenes para que asuman el liderazgo y combatan la violencia contra mujeres y niñas. Asimismo, se debe incrementar el número de mujeres en la política, en los organismos encargados de hacer cumplir la ley y en las fuerzas de mantenimiento de la paz. Necesitamos también igualdad de oportunidades económicas y trabajos decentes para las mujeres. Y es indispensable la implementación real de los acuerdos y tratados.

Todas estas iniciativas requieren de un liderazgo valiente y decidido. En el próximo mes de marzo, líderes de gobiernos y de la sociedad civil se reunirán en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas para acordar acciones preventivas que aborden efectivamente la violencia contra las mujeres. Las expectativas son altas, y así debe ser. En algunos países, 7 de cada 10 mujeres son golpeadas, violadas, mutiladas o víctimas de abusos a lo largo de su vida. Una crisis de tales proporciones merece atención prioritaria de los líderes mundiales. La paz y el progreso no son posibles mientras las mujeres vivan con miedo a sufrir violencia.

Cada vez existe mayor conciencia sobre lo que la violencia contra las mujeres significa: una amenaza a la democracia, un obstáculo para conseguir la paz duradera, una carga en las economías nacionales y una violación atroz de los derechos humanos. A medida que más y más personas crean que la violencia contra las mujeres es inaceptable y evitable, a medida que más y más agresores reciben su castigo, el cambio para poner fin a la violencia contra las mujeres se hace más real. 

No se trata de un asunto que concierne solamente a las mujeres, es responsabilidad de todos nosotros. El tiempo de la tolerancia y las justificaciones a este tipo de violencia se acabó.

Millones de personas, hombres y mujeres, en gobiernos, sociedad civil, sector privado, iglesias en todos los países del mundo están poniendo voluntad y determinación para poner fin a la violencia contra las mujeres.

Sí, es posible. Juntos podemos detener la violencia.

Fuente: Di NO a la Violencia/


Friday, November 23, 2012

foto: estudios de genero en America Latina

Wednesday, November 21, 2012

La Prostitucion/ por: Beatriz Gimeno

foto:Street Art Utopia. Nuevos apuntes de Beatriz Gimeno que deseo reproducir;sus aportes sobre el tema de la prostitución ayudan a clarificar puntos de vista y por demás comprender que pasa hoy en el mundo frente a la prostitucion.
Sylvia.

La prostitución. Aproximación al debate por :Beatriz Gimeno.

Ante la cuestión de la prostitución ninguna feminista puede mantenerse neutral. Mi posición sería abolicionista, en tanto que estoy convencida de que la prostitución es incompatible con la igualdad pero la manera de acabar con la prostitución, la manera siquiera de pensarla, la manera de relacionarnos con las mujeres que se dedican a ella, no coincide siempre con lo que se considera una posición abolicionista. Mi posición admite muchos matices que no pueden explicitarse en este post, pero de los que dejo constancia en el libro. Me ha ocurrido en ocasiones, al estar asistiendo a alguno de estos debates o al leer un libro, que algunos de los argumentos de las feministas llamadas pro-regulación me han parecido perfectamente asumibles, mientras que al mismo tiempo, discrepo profundamente de algunas cuestiones  que se defienden desde lo que se supone que es mi propio bando.
En ese sentido me surgían dos cuestiones.

La primera es que ante una cuestión de una complejidad extraordinaria, las soluciones simples no existen y parece difícil también pensar que pueda existir una cuestión compleja de la que los matices y los tonos grises estén casi formalmente excluidos, como parecen estarlo cuando se discute sobre la prostitución en el seno del feminismo. Estoy situada, pero me niego excluir la complejidad.

La segunda cuestión que me preocupaba es que a mi alrededor muchas jóvenes feministas son pro-regulación: lo veo en los cursos universitarios que imparto, lo veo en las conferencias, lo veo en muchas de las reuniones políticas a las que asisto. Pero también son pro-regulación la mayoría de las personas progresistas, hombres y mujeres,  no especializados en feminismo.

Podemos decir o pensar que no importa, pero sí que importa y demuestra, entre otras cosas, que muchos de nuestros argumentos abolicionistas ya no conectan con quienes deberían ser aliados o aliadas. Además, como he dicho, no me extraña esta situación porque yo misma encuentro insostenibles algunos de los argumentos que se defienden como dogmas de fe desde lo que se supone que es mi propio sector. Puede que el abolicionismo crea a veces que está ganando la batalla porque las instituciones se ponen, sólo a veces, de su lado, pero será una victoria pírrica y muy fácilmente reversible si no se convence a la parte de la sociedad que es, o debería ser, proclive al feminismo.

Por ser ésta de la prostitución una cuestión central para el feminismo la imposibilidad de debatir de verdad, de manera que se pueda avanzar de alguna manera hacia consensos más amplios, me parecía muy preocupante. Esa es la razón primera que me impulsó a meterme en un estudio profundo acerca de esta institución. Pero cuanto más leía más difícil me resultaba abarcar la prostitución en toda su complejidad y, sobre todo, más difícil me resultaba decir nada que no estuviera ya dicho, porque la bibliografía es inabarcable también.  Finalmente, por esas dos razones, decidí orientar mi estudio más que hacia la prostitución como tal, hacia el debate sobre la prostitución que se mantiene en el seno del feminismo; ver qué tipo de debate es y por qué se ha configurado como imposible.

Así que este libro sobre la prostitución es más bien un libro sobre el debate que las feministas de este país mantienen (mantenemos) sobre la prostitución. Y siempre desde la convicción de que un verdadero debate sobre una cuestión tan central y tan compleja es imprescindible.

Un análisis del debate nos llevará a las conclusiones ya mencionadas: tal como está es irresoluble y está cerrado en sí mismo. Llevamos treinta años discutiendo desde casi exactamente las mismas posiciones (aunque unas y otras afirman haberse movido). Pero a nuestro alrededor, en estos treinta años, todo ha cambiado. Ha cambiado muy profundamente la sociedad en la que la prostitución no deja de crecer, ha cambiado la percepción social acerca de la misma, han cambiado las protagonistas (víctimas/actoras), ha cambiado, y mucho, la percepción social acerca de la sexualidad en general; otras cosas permanecen inalterables, pero lo que no ha cambiado al mismo ritmo son los argumentos de las feministas que mantienen unas y otras posiciones. Por eso, además de estudiar el debate en sí, me interesaba tratar de abrirlo, buscar puntos de fuga.

Así pues he estudiado y analizado el debate de la prostitución intentando encontrar o proponer nuevos argumentos. El método que he utilizado es el de discutir los míos propios, no los contrarios porque eso sería lo fácil y porque eso es lo que siempre se hace: negar cualquier legitimidad o razón a cualquier argumento que venga desde el otro lado. Yo lo he planteado al contrario: he tratado de ver en qué son más débiles los argumentos utilizados por el sector abolicionista.

Soy muy consciente de que dada la virulencia con que la cuestión se expresa habitualmente es posible que finalmente el libro no contente a nadie, pero ese es el riesgo que se corre cuando se intentan abrir nuevas vías en caminos que parecen cerrados. Al menos creo que es un intento intelectualmente honesto.

No planteo soluciones políticas a la cuestión de la prostitución porque no es lo que este libro pretendía y porque, además, yo no tengo esas soluciones. Las soluciones reales son también demasiado complejas para resumirlas en un par de leyes, como a veces se quiere hacer; la prostitución no puede solucionarse legalmente, sino que es necesario un cambio cultural muy profundo. Las leyes a veces pueden colaborar en ese cambio o pueden, por el contrario, crear nuevas situaciones de injusticia que, a su vez, provoquen reacciones sociales contrarias a lo que en principio se pretendía. A pensar esas cuestiones es a lo que un verdadero debate dentro del feminismo debería dedicarse.

Este libro intenta ayudar a pensar el debate y a provocar que se pueda debatir desde otros lugares. Me contentaría con que alguna persona partidaria de la regulación se replanteara su posición, o al menos, la matizara después de leer este libro.

Autora: Beatriz Gimeno


Say NO - UNITE Team, UN Women

Hello Sylvia A,

25 November marks the International Day to End Violence against Women, and the beginning of the 16 Days of Activism Against Gender Violence campaign. Since 1991, the campaign has brought together activists and organizations around the world to raise awareness and inspire actions.
Check out the Say NO – UNiTE 16 Days of Activism corner at http://saynotoviolence.org/16days2012.

If you are organizing events and activities for the 16 Days of Activism, we want to hear about it! Post your actions on www.saynotoviolence.org and don’t forget to Orange your day on 25 November.

Thank you for your activism to end violence against women and girls.

Sincerely,

Say NO – UNiTE Team, UN Women